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20ago
2018

¿Cuándo nació el primer auto eléctrico de la historia?

¿Cuándo nació el primer auto eléctrico de la historia?

El auto eléctrico ya está entre nosotros, y ha llegado para quedarse. Aunque a lo largo de los últimos años, prácticamente todos los fabricantes están poniendo sus esfuerzos en el desarrollo tecnológico de este tipo de vehículos, hay que remontarse a prácticamente dos siglos atrás para encontrar el primero de la historia.

En 1839, un empresario escocés de nombre Robert Anderson, presentaba un novedoso carruaje, muy similar en lo visual a cualquiera de los utilizados en la época, pero que prescindía de la hasta entonces necesaria tracción animal para moverse. Se trataba de un vehículo equipado con un rudimentario motor eléctrico, alimentado por una pila de energía no recargable, que era capaz de alcanzar la vertiginosa velocidad de 6 km/h.

Aunque este invento pueda parecer trascendental, lo cierto es que el nacimiento del auto eléctrico como tal tuvo que esperar a que los franceses Gaston Plante y Camille Faure desarrollasen los primeros acumuladores de energía, lo que permitió la fabricación de autos eléctricos en serie. Tanto llamaron la atención que, en 1899, el piloto Camille Jenatzy, al volante del auto “La Jamais Contente”, decidió batir el récord de velocidad con una marca de 105 km/h. Todo un prodigio en la época.

El inventor Thomas Edison también contribuyó directamente en el desarrollo del auto eléctrico, gracias a la introducción de nuevas baterías recargables de níquel y hierro que, a partir de 1911, comenzaron a llegar a los vehículos en producción. Frente a los autos impulsados por gasolina, más ruidosos, difíciles de conducir por sus rudimentarios cambios de marcha, y con un sistema de arranque mediante manivela muy incómodo, el auto eléctrico parecía una solución ideal para quien podía permitirse su coste.

El auto eléctrico suponía, entonces, cerca del 90% de las ventas. Pero en 1912, Henry Ford introdujo el motor de arranque en los autos de gasolina, y estos comenzaron a fabricarse en serie, ampliando sus prestaciones y la sencillez de conducción de la que gozaban hasta entonces los eléctricos.

Con la bajada del precio de la gasolina del primer tercio de siglo y la primera Guerra Mundial, el auto eléctrico fue pasando poco a poco al olvido, hasta desaparecer prácticamente por completo antes de la primera mitad de siglo XX. ¿Será ahora el momento de su despegue definitivo?

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